domingo, 19 de diciembre de 2010

El atardecer del mañana



Al abrirse la puerta, todo el mundo calló. El día comenzaba a perderse en el horizonte; había aparecido al fin aquel suspiro del averno con su sucio y andrajoso poncho adornado de constantes salpicaduras del diablo.

Al final de la barra apareció un maloliente y desdentado viejo que tras escupir sobre aquel suelo pegajoso, avanzó con paso firme hacia aquella infernal esquela…

En la calle, las prostitutas miraban desde sus inmorales ventanas y los jóvenes se inventaban otro mañana. Tras el espeso olor de la pólvora, aquella figura satánica se encontraba derramada por el suelo. Esta sería una derrota que no volvería a recordar…

sábado, 11 de diciembre de 2010

Regreso en tren



Regreso

Las solitarias paradas sin abrigos
El inminente sellado de las puertas
Los andenes con las miradas inciertas
Los borrachos céntimos de los mendigos

Los confines que duermen por la ventana
Los atardeceres sobre sus arterias
Beso ardiente de una tierra lejana
Ojos amargos que escupen sus histerias

Jóvenes que sueñan sobre los asientos
Y ancianos que acarician su eterna infancia
Las piernas que chirrían  sobre lamentos
Y el balanceo de su preciosa inercia

Aletear de finas aguas cristalinas
Gastados ofrecimientos de afectación
Ojos que se esconden tras sucias cortinas
Sentimientos libres de civilización

Historias deshechas tras la despedida
Las humeantes paradas silenciosas
Lágrimas de un único billete de ida
Fin del trayecto entre historias perniciosas…