miércoles, 20 de marzo de 2013

Lluvia de estrellas


Lluvia de estrellas

Esta maldita madrugada el aire hiede a muerto.
He visto caer una estrella entre los árboles;
Una negra y rabiosa rata se la llevó al huerto.             

Las aceras sucias permanecen como ausentes
En medio del caos de este jodido miércoles,
Que a algún criminal aún le queda entre los dientes.

La furia rezuma de mis ya agrietados poros
Y por mis venas se desliza un dulce veneno,                
Mezcla de rosas heridas y vacuos tesoros.                   

Una matanza de huellas con ojos incendiados
Degüellan un fútil futuro entre el gris centeno
Amortajado de aciagos y sangrientos prados

Las estrellas arrancan los ojos a las horas
Y éstas observan la realidad de la nada
Que sigue siendo imperecedera mientras lloras.

La felicidad es arrollada por el grito
De una ajada lata que vaga por la calzada
Mientras en las razones se moldea otro mito.

Heridos de sueños que hoy surcan sus negras palmas,
Imploran un pedazo de cielo entre el cartón
Raidos sacos de huesos que arrastran callosas almas.

La hojarasca se marchita en el apocado inverno
Que escapa del suspiro calcinado del cañón
De corazones que navegan hasta el infierno.

Y escupe el silbido lúgubre de un horizonte
Anclado al deseo efímero de las mentiras
Que pasan la vida huyendo de su polizonte.

Del paradigma de las persianas a media asta
Bajo rojas lunas ebrias de anodinas iras
Arrasadas por pupilas que aducen un basta.

Y he vuelto a perder el humillante pasaporte
Que itera instantes bajo un idéntico techo
En otro puñetero día que olvidó el norte.

Un silencio se pierde en el atlas de mis venas,
Como fieras que despedazan mi banal pecho
En busca de existencias sin causas ni cadenas.

viernes, 15 de marzo de 2013

A mi querida bonaerense.



A mí querida bonaerense...
La más bella flor porteña:
Su talle entallado al alma.
Los versos buscan la calma
Como un sueño que sueña.

La piel de noches borracha:
Dulces lágrimas de luna.
Y su implacable laguna
Con sonrisa de muchacha.

Ondulan fijas al pelo
Sus raíces otoñales.
Y la guerra son australes
Ráfagas sobre su cielo.