sábado, 24 de mayo de 2014

Mi flor


Mi flor

Una flor se olvida de soñar tumbada en la cama,
Abandonada por su silencio y dolorosa.
La flor se marchita poco a poco.
Ahora es pálida y sombría, antes solo reía.

La decisión no fue la correcta;
Un zapatazo en la boca del estómago.

Mi flor se pone vieja y aún no comenzó a vivir.
Es la flor de mis palabras y mis lágrimas.
Mi flor no es una flor cualquiera: es mi flor.
Aunque tampoco es mía: mi flor es sólo ella.

Observo a mi flor, esperando que pase el tiempo,
Solo esperando para volver al jardín y seguir esperando.
Pero mi flor no era así.
Mi flor antes era una flor, la mejor flor.
Sin embargo, hace años una decisión le quitó el color,
La hizo pétrea y taciturna, y ya apenas peina sus pétalos.

Mi flor es preciosa, pero envejece sin arrugas.
Ella es una flor perdida: la moneda siempre le dio la espalda.
Es triste pensar en mi flor en presente.
No, no quiero ni pensar en futuro.

Mi flor ya no conoce el sol. Mi flor ya no espera calor.
Mi flor se pierde y no sé cómo volver a encontrarla.
Mi flor me pierde y me encuentro abatido.
Mi flor me quiere y yo la amo.
Mi flor es triste y cenicienta, como el plomo que verdea.

La vida no está siendo justa con mi flor.
No sé cuánto más veré a mi flor como una flor.
Los recuerdos se me turban y sólo veo niebla
Forjada por la irascible pasividad de la espera. 

Me encuentro arruinado,
Quizás algo más defraudado que triste.
Me siento Heráclito sin río, Aristóteles sin potencia.
La vida volvió a olvidarse de mi flor.
Y mi flor está cansada de ser flor.