jueves, 21 de marzo de 2024

Tarde sonrojada

Tarde sonrojada

La tarde se sonroja al saber que muere.

Supongo que entendió que el tiempo

No es suficiente para volver a tenerte.

Y tú, que atesoras las arenas de mi reloj,

Te empeñas en beber de las clepsidras de dioses

Que olvidan tus iniciales al café del desayuno,

Mientras a mí se me hiela la luna entre las manos,

Viendo en silencio arder las horas entre las nubes,

Las mismas que antes fueron abrigo y hoy sólo destino.

Después, te deslizas silente sangrando mis sueños,

Como quien aviva las ascuas tiritonas de un invierno,

Y la tarde se vuelve a sonrojar.


domingo, 25 de septiembre de 2022

Aunque sea

 

Aunque sea

Aunque sea mentira, miénteme.
Deja las sombras en la oscuridad
Y dime que la verdad no es cierta.
 
Aunque sea sólo por un rato,
Hazme volver a sentir el silencio
Atronador de saber que estás.
 
Aunque sea únicamente por caridad,
rumiemos la fe de ese dios que agoniza
y bebamos olvidando la factura del adiós.
 
Aunque sea tan solo por ti,
Arráncame este luto de lunas
Y gírate para ver que aún te miro.
 
Aunque sea porque aún me olvidas,
Descorchemos este nubarrón de fotos,
Y sanemos la fantasía de vivir sin nosotros.
 
Aunque sea ya por acabar,
Dime que la vida no es esto
Y que mañana es otro el final.

domingo, 26 de junio de 2022

Febrero

 


Febrero

Un vulgar adiós mustio aleja la realidad
De días carroñeros que amenazan la ley.
La rutina de un desierto clamando piedad
No es suficiente para amortajar este buey.
 
“Eras para mí” deslizaba un falaz viento
Que silbaba en cada milímetro de ruina
Donde bordaba mis ribetes con tu acento.
 
Después, fervientes, se consumaron futuros,
Algunos muy presentes y otros imperfectos;
Kilómetros de paz y naufragios oscuros,
Erigiendo desde el azul nuestros proyectos.
 
Sombríos pantanos de fértiles retinas,
Celos desmedidos de lunas imposibles,
Gemidos suaves por las ardientes esquinas.
 
Aguas dulces y ágiles en bocas saladas.
Alarmas que desafiaban nuestra ambrosía
Y ponían en jaque el café y las tostadas;
Pieles que se rasgaban con alevosía.
 
El pérfido remate del mes expiatorio
Llenó de lágrimas esta sed de recuerdos
Que ya no retornarán al repositorio.
 
Se clavarán las horas en el despertador
Y volverán etéreos los rayos de sol,
Perfilando un suave damero desgarrador
Donde partida es sólo sinónimo de adiós.

sábado, 25 de junio de 2022

Purísima Concepción

 


Purísima Concepción

Imagino en silencio la humedad de las esperas,
La turba innegociable de parásitos subterráneos,
El sudor helándose en una terraza llena de extraños
O la risa falsa del que desea deshacerte las bajeras.
 
La madrugada hostil de un sky line sin úlceras
Amenaza con pinchar de nuevo la masa roja
Que colmata y yuxtapone el humo y la vida.
La espuma, un ladrido, otra flor que se deshoja;
Junio agrietándose en una diagonal sin salida.
La realidad espera al filo de la cuerda floja
Y todo hiede al anhelo dulce de vísperas.
 
Avanzo sin salir del camino pero sin destino:
Ardió la primavera y nadie preguntó por ella.
 
El chispeante vinagre de unos labios de muerto.
La perfidia yacente de un viernes por la tarde.
La tenacidad errática del abrazo más cobarde,
De un adiós regio sin costura ni buen puerto.
 
Hoy solo me quedan las ruinas de tus carcajadas,
El gemido fértil del puzzle que solíamos formar,
Las miradas cafeteras con esa aura de sed y miel,
Las melopeas febriles de saliva, sexo y madrugadas,
La tarde en que te desnudabas frente al mar,
Y el aroma indómito, furtivo y cálido de tu piel.
 
Ahora intento edificar este estado de ruinas:
Cimentando sobre insomnes pilotes silentes
Una inánime estructura remachada de espinas,
Cerramiento de esperas de por si te arrepientes
Y altas cubiertas ventiladas para disipar neblinas.

lunes, 7 de diciembre de 2015

¿Cómo acabar aquel algo que nunca ha empezado?




¿Cómo acabar aquel algo que nunca ha empezado?

¿Cómo acabar aquel algo que nunca ha empezado?
Las ausencias me han hecho caminar en silencio,
Crear cimientos desde un quimérico tejado.
Por praderas de hormigón que persisten inertes,
Hoy arrastro mustio mi ascética melancolía,
La desazón humanitaria de quienes son fuertes.

Prorrogo la vida en mi memoria hasta la nada.
Tramito pagarés asépticos de ilusiones,
Avalado por tu atlántica y oscura mirada.
Detesto los cheques en blanco de tus palabras
Y los millones de ceros que invento tras ellas;
Anhelos que resultan pesadillas macabras.

Después están aquellas puertas entreabiertas,
El laberinto de tus destierros voluntarios
Y el rumor de dudas que me niego a creer ciertas.
Fantasmas con piel canela subyugan mi razón,
Prostituyo mis credos primitivos por llegar
Primero al kilómetro cero de tu corazón.

No cabe en tan poco léxico tanta decepción.
Asimilo con nostalgia tu afán errático;
Vivir deprisa, sin consecuencias ni excepción.
Ya penetraste antes las corazas de mi pecho;
Dos ojos, unos labios y toda tu existencia.
Y ahora, después de tanta nada, todo está hecho.

jueves, 20 de agosto de 2015

Soneto falso para una uruguaya de verdad



Soneto falso para una uruguaya de verdad

Su nombre es la batalla de mis miedos,
Un averno donde todo son celos.
Hay pasión en mis retóricos credos,
Pero no alcanzaré sutiles cielos.

Es abril la sangre de sus viñedos;
Bebo ira negra con fúnebres hielos.
Llevo en el pecho el dolor de los dedos
Que tejen de esterilidad los suelos.

Son migajas las que nutren mi vida,
Dadivosas migajas orientales
Que abrasan con inocencia mi herida.

La ilusión de ver en sus ojos mi huida,
Ojos que sin ser claros son cruciales
Para solo hacer el camino de ida.  

viernes, 2 de enero de 2015

Tragaluz



Tragaluz
Revisar fotos donde la ropa es tu piel
Y darme cuenta que hoy ya no es ayer.

Araño las migajas marchitas de despedidas
Que parecen sacadas de cuentos mortuorios;
Pupilas engalanadas con dudas deslucidas,
Como envites al as de copas de los crematorios.
Una parábola surcada por euclídeas saetas
Corrobora que no es cierta la verdad infinita.
Paráfrasis aceptadas por correctores de metas
Acicalan su variable más constante: la dinamita.
Y es que todo es destrucción y altanería:
Dependencias prescritas del libro de la vida.
Volvemos a principios genéticos sin sentidos,
A la calma soleada de una cama en madrugada.
Todo ello sin saber si eso tiene o no latidos,
O si la analogía del rellano es algo más que la nada.

Después vienen las retrospecciones insondables,
El marchito aleteo de pájaros de mil cabezas
Que se desvanecen en reproches incunables;
A este rompecabezas siempre le sobran piezas.

Sin embargo, luego vuelve la senda dorada,
Esa que las huellas dejan en hileras de tacones,
Como frías culebras eléctricas en espantada.
Creo que a este poema no le caben más tachones.
Las palabras confitadas por promesas carnales,
Son quizás la verdad más próxima a la realidad.
¿Cuestionar el virtuoso azar al deshojar una rosa
O elegir aquella que con certeza nos dé la seguridad?
El dilema es si volver o no a beber de la bilis amorosa.

Abogo por la sinergia del calor de los labios fractales
Que esconde el siempre ardiente monte de Venus,
Pero no es el placer encubierto de los frutales,
Sino la soledad de la dupla entre el yo y el tú
Que rara vez es algo más que el sol por el tragaluz.