Verdad
Los días, las horas, los minutos, los suspiros,
Se suceden grises en las mañanas frías.
Y todo vale en este juego de ebrios vampiros
Con el corazón yermo de tierras baldías
Que absorben el azul de la mar de los zafiros.
Y es que todo es siempre igual: pasado y presente;
Eterno retorno del que nunca supo nada.
No es la vida aquello, no si no está en mi mente.
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