Al final de la barra apareció un maloliente y desdentado viejo que tras escupir sobre aquel suelo pegajoso, avanzó con paso firme hacia aquella infernal esquela…
En la calle, las prostitutas miraban desde sus inmorales ventanas y los jóvenes se inventaban otro mañana. Tras el espeso olor de la pólvora, aquella figura satánica se encontraba derramada por el suelo. Esta sería una derrota que no volvería a recordar…
Gracias por seguir mi blog (el cual, no sé cómo llegaste a encontrar). Espero que sea de tu agrado algunas cosas que puedas ojear de mi neurosis casual. Me ha gustado la crítica social (desde mi percepción) de este escrito o extracto pero, no sé por qué... me ha dejado esperando algo más. Será la ausencia del "al pan, pan y...". Es decir, alguna cosa por su nombre y directa :)
ResponderEliminarAgur
En ocasiones es tan importante lo que se dice como lo que se deja por decir, lo que guardamos en la recámara o lo que, simplemente, imaginamos. En ocasiones el loco no está más loco que el mas cuerdo y el cuerdo en su locura intenta enloquecer a los que hay a su alrededor... pero sólo en ocasiones.
ResponderEliminarSi apenas soy capaz de vivir en este presente ¿Cómo dar detalles de un futuro venidero? Hay páginas en este libro que me son reservadas, que no se leen con claridad y que, con suerte, pueden estar aún por escribir. ¿Cómo destrozar el final de una historia si tan siquiera sé como comenzó a vivir?
No sé nada, pero si de algo estoy seguro es de que todo esto tiene su horizonte y todo horizonte su sepultura...
Una crítica bastante fuerte, con un vocabulario exquisito, eso sí.
ResponderEliminarHe llegado de casualidad.
Si te apetece, podemos leernos... en ese caso, me quedo.
Un besito.
¿Luna? No sé si te refieres al insomnio que quizás te causara alguna noche... Porque de referirte a una persona, no tengo ni idea :P
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