domingo, 9 de enero de 2011

Allá donde se dirijan mis perdidos pies

 



Allá donde se dirijan mis perdidos pies


Voy allá donde se dirijan mis perdidos pies
Donde las frías madrugadas son más claras
Donde Afrodita sea de las furcias caras
Y repartan las miradas los zurdos crupiers


Voy a los caminos plañidos de sentimientos
A cruzar calles más anchas que el horizonte
Y soñar en pensiones de labios hambrientos


Voy allá donde se pierdan mis mudas miradas
Donde el marero se oculta entre las cortinas
Donde la pasión es cosa de las esquinas
Y afloran gemidos por las calles calladas.


Voy a las praderas de los narcóticos mares
A desangrar las botellas que duermen solas
Y soñar entre cielos de sombras lunares


A morir desnudo entre las anclas de un amor
A irritar las fortunas de un negro corazón
A llorar la vida que escapó en aquel vagón
Y a habitar estas tierras ajadas de dolor


Porque no encuentro un contigo sin un triste mi
Porque en mis lágrimas ya no hay rosas ni alelís
Porque no sé ser si no estoy jamás junto a ti
Porque no existe el mañana sino un largo fin.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado. No tengo ningún contra. Lo veo más de mi estilo taciturno, de lo que me gusta leer, palabras contundentes, directas y a la vez líricas en el vacío. Agradezco mucho tu opinión. Siempre me he considerado una persona que se reitera en lo que escribe. Algo pesado, pero es mi manera de sentir el aire en los pulmones. Tan grisáceo, tan espeso. Supongo que hablas de mi osa. Esa tal luna. Curioso. No sabía que mi osa hablara de mí. Si tienes e-mail, me gustaría saber algo más de la persona que escribe y la cual me contactó por ella. Besos.

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  2. Supongo que la vida no es tan diferente para todas las personas. Al fin y al cabo, el mundo gira de igual forma para todos y el tiempo es igual de letal para cualquier transeúnte.

    ¿Quién no ha suspirado entre lágrimas palabras marchitas? ¿Quién no ha superado el palpitar de las agujas del reloj y ha rallado con las pupilas la frontera de la inmaterialidad del ser? ¿Quién no ha ansiado las heridas del pasado mientras es derribado por la humeda metralla de la orilla del mar? ¿Quién no ha codiciado el firme aletear de las aves que desaparecen tras los cielos pletóricos de antenas y luces moribundas? ¿Quién?

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