viernes, 15 de octubre de 2010

Abierto hasta el amanecer



Pasen, vean, comparen y olvídense de todo.

No busco enamorar a nadie con mis palabras, ni que se me odie por amar lo que otros desearían olvidar. Sólo deseo poder estar un instante en tu cabeza y, con suerte, que me expulses cada noche ansiando volver a embriagarte en ti cada día, hasta acabar loco, perdido en tu persona.

Pasen, pasen, no les cobraré por ello.

Este mundo se localiza frente al mar, alrededor de un cielo de tiritantes estrellas, de petroleros con alma de cisne, de gaviotas presas de sus propias alas y luces rojas que se ahogan tras las pupilas de las madrugadas.

Les invito a comerse las orillas de sus primaverales esferas marinas, a olvidar el alquitrán de las negras ciudades y a pensar más allá de las solitarias cunetas que se retuercen al alba.

Saludos y espero que disfruten. Hasta nunca.

1 comentario:

  1. Disfrutaremos con tus palabras, seguro. Con tus poemas, tus reflexiones, tu melancolía y el ángulo desde el que ves la vida. Nos esconderemos en las esquinas para robarle al tiempo los segundos mientras te leemos...
    Tú siempre traes la sorpresa.

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