martes, 29 de marzo de 2011

Como el agudo de un solo de armónica


Como el agudo de un solo de armónica
Si, como el agudo de un solo de armónica,
Así rechinan las bisagras del pasado;
Sangrientas y voraces escupen las dudas
Entre silencios desterrados al pecado.

Dudas, ebrias de noches con cielos robados,
De gramos de desahogo tras las farolas,
De semáforos inertes por sus caderas
Y de heridas ardiendo sobre el rompeolas.

Rebusco en volátiles damas una pasión,
Enjuagando mis miedos sobre el frío sudor,
En las sábanas de tinta de las mañanas
En que el día no es la única fuente de calor.

Al final del ocaso, hallo calladas calles
Que ocultan tras el horizonte su camino,
Que dominan las esquinas del amanecer
Y que se esconden de su futuro destino.

La noche me acecha desde cualquier instante;
El silencio esparce mi adiós por los rincones.
La escarcha es la quimera de los adoquines
Y el fin, el anhelo de mis negros pulmones.

1 comentario:

  1. Bueno, realmente bueno. ¿Sabes por qué me produce ese placer inefable leerte? Por la tedio del todo y del nada en tus palabras. Supongo que, alguien que escribe, siempre le gusta leer cosas que tengan el mismo estado de ánimo acabado. A ver si hablamos pronto. Nunca dejes de escribir ni de regalarme sonrisas y buenos ratos. Gracias.

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