Mi guerra
Hoy quiero dejar huella de tus artes,
Quiero que recuerdes lo que fue tu pulpa:
Sombras de pólvora, cristianos baluartes,
Y Libertades desiertas sin disculpa.
Te recuerdo embutida en cenizos besos
Y el cráneo acribillado por las ideas;
Furcia de los nortes y cama de huesos,
Iglesia mancillada de imágenes ateas.
Ebrios ríos de adiós y Pilar de sitios,
Florecientes castaños de secas ramas,
Negra carne infecta de miles de adverbios,
Yugo en columna de árabes amalgamas.
Enfermas naves por caribeños puertos,
Furia y sol a la sombra de unas palmeras.
¡Ay! Mi Malinche rellena de agrios muertos
Y Yara sangrando entre dulces habaneras.
Barcos de tristes maravillas marchitas,
Revolución de alzamientos militares,
Reinas promiscuas, Alfonsos de mil citas
Y voces llenas de lágrimas juglares.
Un cielo rayado por pastos de hormigón
Y calles infectadas por tristeza y humo.
Trajes que desnudan a un ilustre ladrón;
De desayuno: corrupción con un zumo.
Así son las raíces de mis cimientos,
La órbita despejada de mis miradas,
Las guerras de ideas libres de argumentos
Y mares desprovistos de marejadas.
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