domingo, 31 de julio de 2011

Me sumerjo en el latir de escaparates.


Me sumerjo en el latir de escaparates

Me sumerjo en el latir de escaparates,
En lágrimas bañadas en mil quilates.
Busco la agria soledad de las aceras,
El sinsabor de desgastadas entrañas.
En los rincones malditos de los bares:
Bebo, fumo y ahogo mis negras migrañas.

Balas de whisky resbalan por mis labios;
Tengo el paladar borrascoso de agravios.
Carritos de bebés y noches de alquitrán
Claman venganza en las venas de esta ciudad.
Hay un silencio colgado de las ventanas
Y un gris de antenas que asesinan sin piedad.

Está llorando triste esta noche el cielo;
El viento arde en el recuerdo de tu pelo.
Las horas pasan entre amargas facturas,
En el sello catastral de tu mirada;
Rellanos sin alma espían mi corazón
Cuando vuelvo borracho de madrugada.

Astrosas tropas perfumadas en vino
Erran hacía un ningún mismo destino.
Botines de amargura y chanclas de pena;
Los adoquines están heridos de huellas,
Buscan una huida más allá de la plata,
Del negro iris dilatado en las estrellas.

Y hallo jardines con columpios, tristeza,
Aceras, esquinas rojas y maleza.
Y los rosales cuelgan llenos de espinas,
Sus flores desatan la ira de los faros.
El asfalto se vuelve frágil al alba,
Arden sus carnes con los primeros claros.

El sol sofoca la luna con su rubor
Y el sudor gime al compás del despertador.
Nirvanas de largas piernas con tacones,
Ensueñan con los labios gastados de amar.
Tengo astillas de hormigón entre los huesos;
Estoy cansado de ser naufrago en tu mar.

1 comentario:

  1. uff Galie que bella forma de demostrar hastío!.. de lo que te rodea, de lo que ya cansa y no nos deja; tus metáforas son tan propias son increíbles y el último verso casi que te grita al leerlo, lleno de fuerza y tristeza...!
    me encanta leerte
    mi querido amigo
    emily1

    ResponderEliminar